sábado, 8 de agosto de 2009

Qué pena...


Otra oportunidad perdida para avanzar en el desarrollo democrático y la participación en esta sociedad, prisionera de los intereses espurios de los políticos.

La no aprobación del tribunal constitucional y los cambios introducidos en otros aspectos, hacen posible que el país continúe en un status quo irresistible y que como olla de presión, explotará en cualquier momento.

Y si los argumentos fueran válidos, se podría aceptar como una diferencia de opinión, pero fueron tan baladíes y tan cobardes los políticos, que lo que dan es asco.

Decir que hay pocos casos de inconstitucionalidad es no haber leído la Constitución que acaban de aprobar, cuyo catálogo de derechos es tan amplio como moderno, que pronto va a desbordar a la Suprema Corte de Justicia y la va a sumir en el descrédito mayor, porque justicia demorada es justicia denegada.

Querer presentar el deseo de un tribunal constitucional como la aspiración de un grupo de "iluminados" es tan pobre y zafia, que olvida la Consulta Popular que votó mayoritariamente por su establecimiento y olvida también que en todos los proyectos constitucionales que no llegaron a ser conocidos, aparece una forma de justicia constitucional.

En verdad, los políticos cogieron miedo. Le tienen terror a un tribunal que desmadeje sus entuertos y sus corrupciones. Miedo a que la verdad surja vigorosa y que todos sean señalados como lo que son: corruptos y cobardes.

Esta Constitución no me representa ni a gran parte del pueblo dominicano.

Adriano Miguel Tejada.
Diario Libre.

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